Covid 19 en Trinidad: un tiempo para reinventarte

Ya hubo en la historia de Trinidad un momento similar a este de la pandemia. Un tiempo en el que nos quedamos fuera del boom. En aquellos años del azucarero; en estos del turísticos. En ambos poco fue el movimiento social y comercial, pero mucha la creatividad y el hacer, la capacidad de supervivencia se desarrolló e insertó como un gen recesivo en el ADN de los trinitarios.


Ahora, ante el nuevo ritmo social que ha impuesto desde hace más de 18 meses la llegada del Sars-Cov-2, no es diferente. Trinidad ha tornado sus habilidades hacia sus más auténticas costumbres. A través de jóvenes proyectos de vida como Concretarte, Areté_bisutería, D Chiripa, Regarte o Alices Kitchen se ha asumido el cambio, se ha adaptado y apostado por la cultura y la tradición como empoderamiento económico.


Hasta cierto punto, no extraña a los pobladores de esta ciudad, que la Unesco haya reconocido tales habilidades. La más reciente de Ciudad Creativa, pone esos saberes como eje transversal de toda actividad y gestión económica. Algo que se ha desarrollado casi espontáneamente en diversas variantes. Primera forma: te conozco, haces algo que puedo incluir en mi negocio, nos ponemos de acuerdo en el precio, lo lanzamos al mercado. Segunda opción: alguien más tiene el talento, las aptitudes; no lo conozco, nos presentamos a través de un amigo en común, yo pongo el capital y lanzamos el producto al mercado. Tercera posibilidad: toda la familia se pone en función de que salga adelante el negocio a pesar de no tener toda la capacidad, y lo lanzamos al mercado.
Es así, que desde la calidez del hogar, puedes encontrarte novedosas y exóticas confituras de frutas tropicales. Inspiradas en una idea que se ha popularizado en la capital, Alices Kitchen llega hasta los hogares trinitarios. Con variados sabores como son mermelada de carambola, casquitos de guayaba, mezclas de piña y coco o dulce la de la parte blanca del melón con limón. Combinaciones que de solo mencionarlas disparan los sentidos y se hacen realidad cuando las pruebas.


En casa todos colaboran: se hacen con las manos de una soñadora, el asesoramiento de la abuela, la frescura de Alice y se entregan con la responsabilidad de papá

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La covid 19 nos ha mantenido en casa, pero ha dejado salir las metas y proyectos de muchos, aplazados por la responsabilidad social de tener un trabajo. Hoy, muchas familias trinitarias, simultanean la inserción social con la imagen romántica heredada de aquellos vendedores de dulces caseros, de pan recién horneado, cestas de guano, objetos utilitarios de alfarería o bellos manteles bordados. Hoy se suma a esa imagen, la careta, el nasobuco y el gel desinfectante, que resguardan la entrega de delicias llenas de amor y tradición.

Trinidad de Cuba